La Doctora Marsha Linehan con su equipo de investigadores buscaban un tratamiento que funcionara con consultantes con ideas de suicidio, desregulación emocional o TLP.

Observaron que la alteración básica en este desorden se encuentra precisamente en el sistema de regulación de las emociones. Esto, a su vez, es consecuencia tanto de alteraciones biológicas como ambientales (la invalidación), y su interacción a través del tiempo.

La desregulación emocional es el resultado de la vulnerabilidad emocional y la inhabilidad para regular las emociones.

Todos, con suerte, somos vulnerables a nuestras emociones. Nos ayudan a cuidarnos del peligro, a reaccionar frente a él, colaboran en la forma de organizar nuestra experiencia como seres humanos, son un sistema importante en nuestro cerebro para clasificar y ordenar la memoria, y son fundamentales para transmitir nuestros estados internos a las personas que nos rodean y a nosotros mismos con sus manifestaciones corporales o conductas.

Las emociones son el resultado de la evolución de la humanidad y nos han acompañado en nuestra historia como especie sobre la Tierra.

No todos tenemos la misma tonalidad, intensidad o volumen. Somos diferentes e, incluso, no respondemos con la misma emoción cuando nos encontramos en situaciones parecidas. Sin embargo, algunas personas son especialmente susceptibles ‒y esta característica temperamental es biológica.

Los seres humanos aprendemos a regular las emociones. Parte de nuestra socialización tiene que ver con esa capacidad que entrenamos con los otros.

Sumado a esto, estas personas han vivido en un ambiente invalidante. La validación es un aspecto de la comunicación entre las personas. Se refiere a la reciprocidad con la que se transmite que la opinión de los otros es escuchada, legitimizada, respetada, atendida y tenida en cuenta, independientemente del acuerdo o la valoración personal.

Nos referimos a un ambiente como invalidante cuando alguien comunica o transmite emociones, sentimientos ‒experiencias internas–, y recibe por parte del entorno respuestas erráticas, inapropiadas y extremas.

Invalidar a una persona es rechazar, ignorar, burlarse, juzgar o disminuir sus sentimientos o ideas. Suele ser una forma de controlar cómo se siente alguien o la duración de esa emoción.

La experiencia de emociones dolorosas, así como los factores considerados causales por quien las padece, son desestimados. Y además, las reacciones pueden ser sancionadas o trivializadas.

Entonces Linehan y sus colaboradores incluyeron dentro del tratamiento entrenamientos conductuales para aprender a regular las emociones y manejar las crisis, herramientas de resolución de problemas y sociales, y mindfulness.

Observaron que un tratamiento orientado al cambio y por otro lado orientado a la aceptación funcionaban dialécticamente.

El tratamiento incluye psicoterapia individual, entrenamiento en habilidades que se realiza grupalmente, coaching telefónico y un equipo de profesionales donde el terapeuta consulta.

Muchas veces se agrega entrenamiento en habilidades para familiares y allegados y por otra parte, consultas con el psiquiatra.

 

Actualmente es el tratamiento con más evidencia en el mundo ( EBP – evidence based practice) para el tratamiento de pacientes crónicamente suicidas, Trastorno Límite de Personalidad. Su uso se ha extendido para consultantes que presentan concomitantemente trastornos alimentarios, problemas de conducta como impulsividad, trastornos por uso de sustancias  y otros problemas relacionados con la Desregulación Emocional en adultos, adolescentes y niños.

 

El tratamiento existe en varios países y es el más diseminado globalmente (Estados Unidos, Países Escandinavos, Alemania, Holanda, Canadá, Inglaterra, Nueva Zelanda, Australia, Argentina, Chile, Brasil, Colombia, España entre otros).

En alguno de ellos es el tratamiento de elección para las personas que tienen Trastorno Límite de la Personalidad.

Se ha probado también en comunidades terapéuticas como internación psiquiátrica, personas privadas de la libertad o con problemas con la ley y en el formato ambulatorio.